El vendedor en general y, en particular, de seguros ¿nace o se hace? (I)

Más allá de que es necesario "que te guste la gente", la venta no es una cualidad innata en la persona. VENDEDOR-A, con mayúsculas y en el sentido más noble tanto en el sector seguros como en otros de servicios, es una sabia mezcla de elementos clásicos y nuevos conocimientos /actitudes. Requiere un aprendizaje para adquirir ciertas habilidades y acabar dominando cualquier situación que pueda darse en su desarrollo. Por ello, comento a continuación algunas afirmaciones genéricas que se han convertido en mitos dentro del mundo comercial y que no necesariamente son ciertos.

Un buen comercial puede vender a cualquier persona cualquier cosa”.
Un profesional de la venta no puede ni debe vender cualquier producto o servicio a cualquier posible cliente: sólo se puede y debe vender a quien lo necesita, puede decidir sobre su compra y lo puede pagar.
En un proceso de venta debe existir un perfecto ajuste entre las características del producto o servicio en cuestión y las necesidades de la persona que lo va a comprar.
Un buen vendedor debe ser selectivo, planificar y establecer prioridades entre sus clientes. Debe dominar y ser consciente de que la clave está, independientemente de las técnicas y apoyos que lo puedan rodear, en el binomio “producto-necesidad”.

Las técnicas de venta lo son todo”
Son importantes para resolver y avanzar en momentos claves que se dan en la negociación (ver algunos post recientes del blog, a titulo de ejemplo, sobre la utilización de los distintos tipos de preguntas).
No todas las técnicas son igualmente útiles para todas las personas y para todas las situaciones. Para vender adecuadamente, es decir convertirse en un profesional de la venta y de la venta de calidad, deben desarrollarse y adquirirse una serie de conductas que ayudarán en ese objetivo: planificación, organización del tiempo, dominio del producto, documentación, etc.....junto con una adecuada gestión de la entrevista.

La labor del vendedor es una labor individual, por lo que prácticamente no necesita de ningún apoyo del resto de la organización. El comercial sólo puede contar consigo mismo para llevar a cabo su actividad”.
Para la satisfacción final de las necesidades del cliente se implican muchas personas de la estructura empresarial (producción, administración, marketing, etc). El vendedor es con frecuencia el último extremo de esa cadena , en la que debe apoyarse para dar una adecuada repuesta al cliente y en concordancia con la estrategia y filosofía general de la organización, es decir, cumpliendo las reglas establecidas. El vendedor no puede ofrecer soluciones fuera de las que la compañía tiene, si no pondrá en su contra al resto de la organización y posiblemente el principal perjudicado sería el cliente.

Para ser un buen vendedor hay que tener un perfil muy agresivo y un gran atrevimiento”
Si bien para cualquier acción de venta es necesaria una “mentalidad positiva” y una predisposición favorable al cierre definitivo de la misma, ello no debe confundirse con un comportamiento demasiado agresivo. De hecho, para la comercialización de determinados productos o servicios, entre los que estarían desde luego los seguros, el perfil es muy otro: importa más la transmisión de confianza, profesionalidad y solvencia que contar con un descaro que pudiera ser malinterpretado por el futuro cliente. 

Para no hacer demasiado largo el artículo, continuaré proximamente enumerando y dando mi personal visión sobre algunos falsos mitos.