El problema de la sobrecarga de información

Es evidente que hace unos años, lo único que hacía falta recordar era el número de teléfono y la dirección. Hoy hay que agregar el número de identificación fiscal, los códigos de la alarma antirrobo, el teléfono móvil, la dirección del correo electrónico, los números personales de las tarjetas de crédito, el número de mutualista ( afán en el que se empeñan algunas MPS), las contraseñas de las distintas web en las que estamos registrados, etc. Además, los expertos de la publicidad estiman que cada uno de nosotros estamos expuestos a más de mil quinientos anuncios publicitarios todos los días.

Sin temor a equivocarse, es fácil concluir que el "disco duro" de nuestra memora lo tenemos al límite y no queda más remedio que ser muy selectivo cuando incorporamos nueva información. En esa linea, Yahoo! Network recientemente a presentado un estudio que analiza las posibilidades de captar la atención del usuario en un entorno cada vez más saturado de información .El 66 % de los encuestados siente que les está afectando esta sobrecarga de información y al 48 % incluso le preocupa. Recibimos más información de la que podemos asimilar y nos resulta difícil recordar la publicidad si no es relevante o no nos aporta algo nuevo. Una de las conclusiones más interesantes del estudio es que el 83 % de los encuestados afirma que si presta atención a la publicidad espera recibir algo a cambio, aunque solo sea que le hagan reír o que les aporten alguna novedad.

Los mutualistas no son ajenos a esta situación. Por mucho "cariño" que tengan a su Mutualidad se hace imprescindible que la información-publicidad que se les remite, ha de ser reinventada para conseguir atraer y retener su atención . Hay que romper con la constumbre o tentación, vigente todavía en bastantes MPS, de envíos masivos, con lenguaje técnico y muy amplios en extensión, para apoyar novedades o informaciones sobre la evolución de la entidad. No vale el creer que estamos dando servicio porque "ya lo pone en la guía o el reglamento enviado". La información ha de segmentarse adecuadamente por grupos de interés utilizando nuevas formas creativas e interactivas. En caso, contrario nos encontraremos de lleno con que el mutualista no lo recepciona adecuadamente y estamos contribuyendo a su sobrecarga de información.