Elecciones generales,¿esperanza para el impulso de la previsión privada complementaria?

Corren vientos de novedades, casi obligadas, con la campaña electoral. Centrándonos en el impulso y concienciación de una necesidad demográfica y financiera de complementar las prestaciones estatales en caso de fallecimiento, invalidez, jubilación y dependencia, parece que todavía no hay propuestas claras y definitivas para encarar una reforma sustancial. Por no abordar toda la problemática en un mismo artículo, estas líneas irán referidas al  instrumento que requiere un marco temporal de ahorro planificado: la jubilación.

Al hilo de la presentación reciente del "Estudio Social sobre la Jubilación: Expectativas y Experiencias", por Fundación MAPFRE con la colaboración técnica de ICEA (no abordaré su interesante contenido pues ha tenido amplia difusión en distintos medios), en el turno de preguntas posterior hubo alguna respuesta, sustanciosa a estos efectos, donde el directivo de la citada aseguradora, Gerardo Pérez que indicaba que  “el ahorro a largo plazo en España tiene el problema de la mala imagen que tiene otorgarle incentivos, ya que se piensa que esto sólo beneficia a las empresas de previsión, cuando en realidad está beneficiando a toda la sociedad”.

Parto de esta afirmación para subrayar que desde la anterior reforma del IRPF, nuestros legisladores han estado defendiendo la neutralidad, a efectos fiscales, de las distintas soluciones de ahorro. A riesgo de no ser muy original, pues esta posición ha sido capitaneada con insistencia por UNESPA, esta neutralidad perjudica claramente al ahorro a largo plazo y no facilita el papel que deben jugar, a esos fines, las entidades aseguradoras y las gestoras de planes de pensiones. La lógica es aplastante:
1) a un mismo tratamiento fiscal, el ahorrador SIEMPRE va a elegir la inversión a corto plazo (soluciones fundamentalmente bancarias). 2) El ahorro finalista siempre ha de suponer una iliquidez y por tanto, el ahorrador debería tener algún tipo de "compensación" y eso no puede venir de un extra de rentabilidad (las aseguradoras invierten en los mismos activos que cualquier otro inversor). Por tanto, dejemos la neutralidad para otros temas y apoyemos las soluciones lógicas, favoreciendo su impulso.

Si miramos en el entorno europeo, como también apuntaba Gerardo Pérez, “los incentivos al ahorro a largo plazo no tienen por qué ser puramente fiscales, puede tratarse de ayudas al trabajador y a la empresa para fomentar las aportaciones, como ocurre en otros países como Alemania. Estos incentivos tendrían un efecto inmediato sobre el ahorro y beneficiarían a la larga al Estado”. Totalmente de acuerdo pero afirmar que también fiscalmente en Europa se otorgan ventajas fiscales. Como ejemplos próximos, como simple enumeración no completa, que mejoran este aspecto los encontramos en Italia -los FPA (Fondi Pensioni Aperti) y los PIP (Piani Individuali Pensionistici)-, en Francia - los Madelin (trabajadores) y los PERP (autónomos) -, en Alemania- los Basic Pension y los Riester- ,..........

Técnicos y especialistas existen en nuestro país para dar soluciones al problema existente de la insuficiencia creciente de la pensión pública y la falta de fomento de su complementariedad privada necesaria. Algunas sendas podría venir de la mano de un mejor tratamiento del cobro de las pensiones mediante rentas vitalicias, la exención/ bonificación de los rendimientos generados en los planes de pensiones, favorecer las aportaciones /primas de las empresas (en especial para las pymes) a favor de sus trabajadores para su jubilación y así un largo etcétera.

Y todo ello cuando actualmente, el Fondo de Reserva de la Seguridad Social se encuentra en 34.000 millones de euros y el sector privado gestiona un ahorro por valor de 170.000. Además el ratio de trabajador por pensionista se ha situado en el 1,8 en 2015, y en 2030 será del 1,5. Por lo demás, el gasto en Pensiones en esta legislatura ha crecido un 9,1% y en estos momentos hay 9,2 millones de pensionistas.

Como se dice y aquí cobra su valor, "no hay mayor sordo que el que no quiere oír". Ahora que hay Elecciones generales, dentro de los distintos partidos (y a ser posible, el ganador), ¿habrá alguno que tenga la suficiente sensibilidad, visión a largo plazo y preparación para acometer esta importante estrategia pendiente?

PD. Al poco tiempo de publicar este post, el Partido Popular ha dado a conocer su programa económico con propuestas que afectan a lo abordado, tanto desde el punto de vista de la aportación como al rescate. El resto de partidos, hasta el momento, no parece que tengan previstas ninguna mejora publicada al tratamiento actual.