Recordamos el 1% de lo que palpamos, el 2% de lo que oímos, el 5% de lo que vemos, el 15% de lo que degustamos y el 35% de lo que olemos,según un estudio de la Universidad Rockefeller de Nueva York.
Según otro informe, en este caso de la empresa Millward Brown, el 75 % de las emociones son generadas por el olfato.
El denominado marketing sensorial tiene ya una historia documentada. Su utilización es frecuente y hasta intuitiva con el oído mediante la música. Sin embargo, el olfato como herramienta adecuada de marketing está comenzando en nuestro país. Algunas inciativas: los agentes inmobiliarios utilizan el perfume de café o de tarta en los pisos que enseñan a los potenciales clientes (estos olores activan emociones positivas de la infancia y son muy familiares); en los grandes almacenes de bricolaje se utilizan perfumes de cesped cortado, para desacelerar el paso de los cliente (de tal manera que pueden dedicar más tiempo a la compra evocando sensaciones gratificantes );los espectáculos de acción utilizan el olor a pólvora o neumáticos desgastados (para infundir realismo).Por tanto,el marketing olfativo se va difundiendo en diferentes sectores, desde los servicios a la distribución y el entretenimiento.
A algunos les parecerá una cuestión simplemente de detalle, pero ¿no sería bueno ser innovadores en esta ocasión en nuestra Mutualidad? Busquemos en nuestros valores. Hay amplia documentación en internet sobre este tipo de marketing (sobre todo en inglés). Probemos, experimentemos,......y ofrezcamos a nuestros mutualistas una experiencia olfativa que propicie el sentimiento de comodidad y de confianza en nuestro servicio a ellos, cuando visitan nuestra/s oficinas. ¿Quizás un tenue olor a madera?... ¿a flores silvestres?........
