- Referido a la rentabilidad, tanto para vida como no vida, "en la medida en que la función de gestores del dinero de los clientes implica en tenerles que invertir y conseguir la mejor rentabilidad financiera que ayude a mantener el equilibrio técnico de la cuenta".
- En cuanto a la estrategia de nuevos productos en vida, "cómo puede afectar a los productos que desde este momento vamos a vender; ahí es indudable que en esta situación con bajos tipos y un modelo de negocio basado en el medio y largo plazo las dificultades para vender productos garantizados a largo plazo son evidentes". Apuntando la posible solución, "las entidades puedan optar por cambiar los tipos de productos que están ofreciendo para irse a productos con garantías más cortas que les permitan ir acomodando el tipo de interés a la nueva evolución de la curva o incluso que cedan el riesgo de la inversión al cliente".
- Sobre la gestión de las carteras de seguros vida (ahorro) en los productos tradicionales, "la curva de tipo de interés presiona hacia el futuro, pero no en relación con la garantía de estos productos o con la situación del seguro español".
Por tanto, es un asunto que ocupa al sector. Una vez más, ocasión para dar muestras de nuestra fortaleza y capacidad de adaptación (nuestra "industria" ha dado pruebas en estos años de crisis económica, tal como demuestra la Memoria Social del Seguro 2014).