Actuari@: presente y futuro más allá de los #seguros

Al hilo del presentación del libro "Cualificación profesional del actuario. Estudio internacional comparado", que puedes descargarte desde aquí, (en una de sus habituales e interesantes realizadas en la sede de la Fundación Mapfre), aprovecho para realizar una serie de comentarios personales sobre esta profesión. 

Como pasa en gran parte del mundo asegurador desarrollado (como se puede comprobar en la obra citada que es una magnífica herramienta/cuaderno de consulta), según datos del Ministerio de Educación en distintos años, Ciencias Actuariales y Financieras, con el 84%, es una de las carreras con mayor inserción laboral. Nunca (o casi) ha faltado trabajo para estos profesionales pero parece que el tema de Solvencia II ha dado un rol "nuevo" al actuario, más allá de su labor imprescindible en aseguradoras, mutuas, mutualidades, corredurías, reaseguradoras, auditorías especializadas (pública o privadas),..... y es que la profesión tiene una larga tradición histórica. En nuestro país, está regulada por la ley con reserva de actividades en las entidades aseguradoras y la tendencia internacional es ampliar su ámbito de actuación como gestor profesional del riesgo, experto en análisis de datos.

Los comerciales, con independencia de la posición dentro de la entidad y desde el punto de vista cotidiano, siempre hemos tenido una relación "especial" con ell@s. Nos necesitamos mutuamente como piezas importantes del equipo y por "su mano" siempre pasan temas claves: nuevos productos, tarifas, cotizaciones especiales, asuntos estadísticos en determinados análisis, .......

Desde la perspectiva que dan los años y habiendo compartido muchas visiones, tanto como compañeros en distintas empresas y como alumnos míos en distintas acciones formativas, se nota que ha habido una evolución importante en el concepto de como ejercen su profesión (con las lógicas excepciones que siempre existirán) . Allá quedaron la vieja dicotomía del comercial como

"un viva la virgen" que quería hacer los seguros de cualquier manera con tal de vender (visión del actuario miope sobre el comercial) y la "del vigilante del castillo", siempre mirando con lupa con el fin de poner pegas (visión del comercial miope sobre el actuario). 

Por tanto, mi opinión es que la profesión se ha adaptado a los nuevos tiempos tanto para las nuevas incorporaciones y para los ilustres veteranos. Como siempre la labor, conjuntada y eficaz, desde el respeto a las distintas responsabilidades, pasa por que la cúpula de la entidad tenga líneas claras y una visión honesta. Como decían, salvando las distancias, de Rodrigo de Vivar en el Mío Cid, "¡Dios que buen vasallo, si hubiera buen señor!"........